“A la fe de la inmensa mayoría” es el título del artículo que publicó el pasado domingo el Sr. García. Su contenido sigue siendo excluyente y muestra una posición soberbia e intolerante con aquellos que no están de acuerdo con la forma cómo conduce los destinos del país, generando una corriente confrontacional en la sociedad.
“A la fe de la inmensa mayoría” no es más que un cúmulo de quejas contra aquellos medios que supuestamente no colaboran ni valoran el trabajo que viene haciendo a favor de los pueblos. Enumera un conjunto de logros macroeconómicos y la ejecución de inversiones sociales en los tres primeros años de su gobierno, señalando que no son valoradas ni difundidas por los medios de comunicación.
“A la fe de la inmensa mayoría”, sólo describe que son unos cuantos violentista que no pasan de 50000 ciudadanos que están conspirando contra el país azuzados por viejos izquierdistas extremistas que cambian de camiseta constantemente, creando inestabilidad y zozobra en el país, cuyo objetivo es generar un “levantamiento general de los pueblos”.
“A la fe de inmensa mayoría” es sólo un llamado a la polarización del país.
A mi me preocupa que un Presidente, que tiene la obligación de buscar la UNIDAD, ande polarizando al país como tratando de señalar: “nosotros somos los buenos” y “ustedes los malos”. Es una pena que un Presidente, con tantos años de experiencia en política, se permita transmitir un mensaje confrontacional, cuando debe ir inculcando mensajes conciliadores que incorpore a esos que llama “antisistema”.
“A la fe de la inmensa mayoría” no es más que un conjunto de quejas de un debilitado Presidente, incapaz de reflexionar y flexibilizar su pose extremista.
Me preocupa que el Sr. García esté perdiendo la brújula de la visión de un país inclusivo.
Los mayores problemas y levantamientos de pueblos indígenas, las creó el propio gobierno, justamente, entre otros, por abusar de las facultades otorgados por el Congreso de la República para legislar en el marco del Acuerdo Comercial Perú - Estados Unidos. Ese abuso, generó un conjunto de decretos legislativos que debieron ser consultados previamente con las comunidades nativas –no lo hizo- porque creyeron que hicieron lo correcto. Los pueblos indígenas, se sintieron violentados en su derecho de ser consultados. Reclamaron una y otra vez. Finalmente, conocemos las consecuencias.
“A le fe de la inmensa mayoría” es la muestra del temor a lo que fue su primer gobierno. En realidad es un temor asimismo. ¿Cómo pretende impedir la “penetración (ideológica) externa” si tenemos acceso a información en tiempo real de lo que ocurre en el mundo? ¿Cómo impedir la penetración ideológica si casi todo el conocimiento que tenemos, es aporte de los extranjeros? ¿Cómo impedirá la penetración ideológica, si la biblioteca virtual se puede acceder en cualquier punto de los andes? El problema no es la ideología o si es o no importado, el problema es que el gobierno tiene que aprender a trabajar en función a un país integrador, inclusiva, que dé prioridad a las regiones más débiles. Ayude a las regiones como Puno, que al término del primer semestre de 2009, sólo ejecutó el 13% de su presupuesto destinado a inversiones en salud, educación, infraestructura necesario para su desarrollo; cifra inaceptable, considerando que Puno es una de las regiones más pobres del país... El pueblo reclama un mensaje conciliador y no sólo sea dirigido a los que piensan como él, y sinceramente hasta los que reconocemos que su gobierno tiene aspectos positivos, sus errores por intransigencia e intolerancia le restan puntos valiosos que ponen en juego la estabilidad política y la democracia en el país. Y ese es el mayor costo para la sociedad peruana en su conjunto.
En política, la forma a veces vale muchísimo más que el tema de fondo.
Sr. García, reflexione, aterrice. Reevalúe su la forma cómo conduce el país. Deje a un lado las quejas, que no es la cualidad de un líder. Conduzca el país por el camino de la paz, y cuando tenga que retroceder, retroceda, cuando tenga que avanzar, avance. Pero, no se comporte como dictador o un “sabe lo todo”. Comuníquese como un líder demócrata.
“A le fe de la inmensa mayoría” es la muestra del temor a lo que fue su primer gobierno. En realidad es un temor asimismo. ¿Cómo pretende impedir la “penetración (ideológica) externa” si tenemos acceso a información en tiempo real de lo que ocurre en el mundo? ¿Cómo impedir la penetración ideológica si casi todo el conocimiento que tenemos, es aporte de los extranjeros? ¿Cómo impedirá la penetración ideológica, si la biblioteca virtual se puede acceder en cualquier punto de los andes? El problema no es la ideología o si es o no importado, el problema es que el gobierno tiene que aprender a trabajar en función a un país integrador, inclusiva, que dé prioridad a las regiones más débiles. Ayude a las regiones como Puno, que al término del primer semestre de 2009, sólo ejecutó el 13% de su presupuesto destinado a inversiones en salud, educación, infraestructura necesario para su desarrollo; cifra inaceptable, considerando que Puno es una de las regiones más pobres del país... El pueblo reclama un mensaje conciliador y no sólo sea dirigido a los que piensan como él, y sinceramente hasta los que reconocemos que su gobierno tiene aspectos positivos, sus errores por intransigencia e intolerancia le restan puntos valiosos que ponen en juego la estabilidad política y la democracia en el país. Y ese es el mayor costo para la sociedad peruana en su conjunto.
En política, la forma a veces vale muchísimo más que el tema de fondo.
Sr. García, reflexione, aterrice. Reevalúe su la forma cómo conduce el país. Deje a un lado las quejas, que no es la cualidad de un líder. Conduzca el país por el camino de la paz, y cuando tenga que retroceder, retroceda, cuando tenga que avanzar, avance. Pero, no se comporte como dictador o un “sabe lo todo”. Comuníquese como un líder demócrata.
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