sábado, 10 de marzo de 2007

Siempre es posible


En cierta ocasión, mientras Gandhi subía apresuradamente a un tren ya en marcha, una de sus sandalias cayó a la vía. Gandhi y sus acompañantes trataron de recuperarla, pero sin éxito. Ante la sorpresa de todos, Gandhi, con total calma, descalzó su otra sandalia y la arrojó igualmente a la vía.

-¿Por qué has hecho esto? -le preguntaron.

-El hombre que encuentre la sandalia tirada en la vía tendrá ahora un par que podrá usar -contestó.

Tomado de:
"Lo más selecto del pensamiento universal"
Edic. 2003