Por: Wens Silvestre
El pasado jueves, 06 de setiembre, durante el debate del dictamen recaido en el proyecto de ley que modifica el 47º de la Ley General del Sistema Nacional de Presupuesto, que establece incluir indicadores de género en el análisis de los resultados de la ejecución presupuestaria anual en cada una de las instituciones públicas que conforman el sistema nacional de presupuesto público, se abrió nuevamente el debate sobre equidad de género. Inicialmente, este proyecto de ley, fue mucho más allá, pero sólo me concentraré en el objeto de la norma.
En mi opinión, y sé que no les gustará a muchas personas, es una herramienta que alimenta las diferencias de género. Se supone que todos somos iguales ante Dios, la Constitución y ante las leyes, gozamos de las mismas facultades, derechos y deberes, pero pretender incluir diferencias en lo que el Estado gasta anualmente en la sociedad haciendo distingo por género, no tiene ningún sustento técnico. Primero, porque ¿cómo se haría la medición y un análisis en el caso que el Estado gaste en Salud, Educación, Saneamiento, Vivienda, Electrificación, Carreteras, Sistemas de irrigación, etc. principales rubros en la que el Ejecutivo gasta los recursos que recauda anualmente?. Sería tonto decir, que sólo los varones transitan por los caminos rurales o las carreteras, sería tonto indicar que sólo los hombres utilizan los sistemas de irrigación o "a"% de hombres son los que se benefician con el uso de los servicios de saneamiento y "b"% de mujeres, y como "a" es mayor que "b", entonces el próximo periodo tenemos que invertir más para que las mujeres utilicen más el servicio... es tonto, porque con este visión miope de algunas parlamentarias mujeres, lo único que hacen es acentuar las diferencias y las discriminaciones en ambos géneros. Y el "género neutro", ¿dónde queda?... ni idea. El hecho de hacer diferencias, en mi opinión acentúa las diferencias y la discriminación. Ya con la existencia de un Ministerio de la Mujer y Desarrollo y con una Comisión de la Mujer en el Parlamento, hace mucho daño en la supuesta búsqueda de equidad de género. ¿Y el género neutro, pronto pedirá su ministerio y pronto su comisión en el Congreso?. ¿Y los hombres, pedirán su ministerio y su comisión parlamentaria y solicitarán que se destine más recursos sólo para los hombre?... resulta por no decir otra cosa... tonto.
Con el famoso cuento de las estadísticas sobre el supuesto favoritismo por los varones en casi todas las sociedades del mundo, algunas mujeres involucradas en la política pretenden utilizar este medio para equivocadamente buscar enfrentarse a los hombres, y generar un tonto resentimiento que puede acentuar la supuesta inequidad de género. En un mundo globalizado, esas diferencias en la realidad, es demasiado relativo y hasta cierto punto inexistente, las generaciones de hoy, los chicos y chicas, se tratan de igual a igual, y reclaman sus derechos de igual a igual, y muchas veces ni siquiera son necesarias, porque justamente, el propio tiempo que les tocó vivir, les da oportunidad de salir adelante. Esas diferencias, me parece, que sólo existen en la mente de algunos personajes de la política de una generación que probablemente haya sufrido algún tipo de discriminación, y opinan y desean imponer sus posiciones con el resentimiento de por medio, olvidándose que se debe actuar con responsabilidad y con la suficiente amplitud para no alimentar ni crear escenarios de conflictos inexistentes. Lamentablemente, pocos parlamentarios, tienen los pantalones para decir las cosas tal como son, sino más bien se dejan llevar por los "griterios" y exagerados discursos de plazuela, y ceden en todo. Esa actitud, por ejemplo, es una muestra de cómo las mujeres pueden imponer sus posiciones en el uso de su doble discurso y en función al supuesto sexo "débil"... No creo ni un poquito que sea el sexo débil, mas al contrario. Sin embargo, para ciertas generaciones, siguen creyendo en ese juego y donde las reglas, sabemos quien las impone y maneja...
Finalmente, creo que tanto la mujer, el neutro y el hombre de las generaciones de hoy, serán capaces de sobreponerse a estas creaciones de los retrogados parlamentarios y abolir estas tontas diferencias. Al margen de la función biológica, diferencias ideológicas y de gustos y colores: Todos somos iguales y todos somos hermanos, y no se justifica la creación de instituciones que haga diferencias y promueva diferencias... Es mi opinión.
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