Desde el Poder Ejecutivo, Ollanta Humala, debe actuar con suficiente tolerancia y flexibilidad como para poner en acción su afinado programa de gobierno que genere CONFIANZA en la población, aunque las expectativas son de incertidumbre en éste momento, para cierto sector empresarial, que ha reaccionado de manera desproporcionada, particularmente me refiero a lo ocurrido en la Bolsa de Valores de Lima el día de hoy, pienso que es una señal de nerviosismo desmedido, cuyo índice bajó en la mañana hasta 11 puntos y tuvo que suspenderse las operaciones bursátiles. Las acciones que más reaccionaron, como es natural, fueron de las empresas mineras. Al margen de estas reacciones especulativas de algunas unidades económicas, considero que Humala debe estar convencido que sus ajustes a su programa de gobierno original, son sinceras y debe repetirlo cuantas veces sea necesario y aplicarlo desde que asuma al Poder el próximo 28 de julio. Sugerir nombres para las carteras ministeriales sensibles como la PCM y el Ministerio de Economía y Finanzas, es importante para calmar los ánimos en el mercado. Además de ser una señal importante en el camino para un gobierno de concertación que pondrá en práctica una política fiscal responsable con respeto a la autonomía constitucional del Banco Central de Reserva, ente encargado de preservar la estabilidad monetaria del país, calmará los ánimos de los analistas y agentes económicos.
La ventaja del periodo que iniciará Ollanta Humala es que contará con recursos fiscales que le permita cumplir con las promesas asistenciales de campaña electoral. Pensión 65 será el programa que tal vez tenga cierta resistencia en el Parlamento, sin embargo, el Poder Ejecutivo cuenta con cierto grado de discrecionalidad en la distribución de los recursos fiscales, la misma le permitirá redistribuir recursos para esos programas sin mayor oposición. Al referirme a las finanzas públicas, es bueno recordar que en el año 2006 el Presupuesto Institucional de Apertura (PIA) del Sector Público (SP) ascendió S/. 45.6 mil millones. En tanto, el PIA del año fiscal 2011 trepó a S/. 88.4 mil millones, aunque ya sabemos que ese monto continuó escalando y a la fecha, el PIM es S/. 101.04 mil millones. Lo que quiero decir, es que Ollanta Humala, contará con recursos relativamente holgado para cumplir con sus promesas asistenciales. Dependerá únicamente de responder qué sacrificará, tal vez inversiones en infraestructura productiva o tal vez los sectores como educación, salud, saneamiento, etc, algo tendrá que sacrificar a la hora de tomar la decisión final... Si en cinco años se duplicaron los recursos del sector público, a ese ritmo, Humala terminará su mandato con la obligación moral de dejar a su sucesor recursos que oscilen entre S/. 160 a S/. 200 mil millones en el Presupuesto de 2016. Para ello, la señal clave es crecer, y para crecer se requiere hacer inversiones y promover el sector exportador, es decir, es necesario caminar de la mano del sector privado para elevar el nivel de empleo, mejorar los ingresos familiares y reducir la pobreza. No hay margen de maniobrabilidad para equivocarse (menos del SP) en la ruta de mantenerse como aliado del sector privado. Que, deben realizarse ajustes en las relaciones con algunos sectores como la minería, sí, pero, siempre buscando en el diálogo las respuestas, conciliando posiciones. El sector minero extractor, debe evaluar la posibilidad de pagar más en función a sus "ganancias extraordinarias" Es necesario que los empresarios mineros, reflexionen y voluntariamente convoquen a una mesa de diálogo con el Gobierno de turno y en un gesto mínimo de desprendimiento y su buena voluntad, renuncien a sus beneficios tributarios que tienen en razón a los contratos ley avalados por el Estado, a fin de que por lo menos contribuyan con pagar el 30% que exige la Ley del Impuesto a la Renta, al igual que cualquier otra actividad económica, que no teniendo esas ganancias extraordinarias, pagan su 30% de Impuesto a la Renta. Por ahí, habría recursos adicionales para el fisco. La propuesta de incrementar ingresos tributarios como consecuencia de la reducción de la evasión y elusión tributaria es complicado en el corto plazo, más aún cuando la economía informal es parte de la cotidianidad.
La necesaria alianza en el Congreso de la República
La bancada oficialista contará con 47 parlamentarios y requerirá de una alianza política que facilite la gobernabilidad al régimen entrante. Esa alianza natural podría lograrlo con Perú Posible y Acción Popular, aunque no todos los parlamentarios electos por Perú Posible estén de acuerdo con esa alianza, será vital hacer ese esfuerzo. Gana Perú y sus aliados necesitarán como mínimo de 66 parlamentarios para dirigir el Congreso de la República. Si en caso no se lograra esa alianza, entonces, Humala tendrá serios problemas para aprobar normas que requieran mayoría calificada o reformas constitucionales (que requiere el voto de 2/3 del número legal de congresistas, es decir 87 votos a favor). El objetivo de madurar una alianza en el Parlamento dependerá de la capacidad de concertación y flexibilización del Presidente entrante y la capacidad negociadora de sus voceros.
Las alianzas en el Congreso serán vitales para que Ollanta Humala avance en la ejecución de su programa de gobierno revisado, me imagino que habrá una versión final antes del inicio de su mandato.
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