viernes, 13 de mayo de 2011

MERCADERES EN EL TEMPLO

El editorial completo escrito por Fritz Du Bois, Director del Diario Perú21, publicado en la edición del día de hoy, a propósito de las leyes que se vienen aprobando en el Congreso de la República sin previa evaluación de los costos y beneficios para la sociedad en su conjunto. Me permito difundirla porque la considero una importante observación que hace Fritz.

"Mercaderes en el templo

Autor: Fritz Du Bois

El Parlamento es el templo de la democracia y, como tal, debería de ser respetado por los que son elegidos parlamentarios. Desafortunadamente, lo que estamos presenciando de los legisladores los asemeja más a los mercaderes que Jesús corrió a fuetazos.

Es realmente alarmante lo que está ocurriendo en el Congreso, ya que están tratando de completar una agenda legislativa plagada de leyes escandalosas que van a causar un enorme daño al país. Sin embargo, los congresistas ni se dan por enterados de la indignación del ciudadano.

Más aun, habiendo quedado desempleados el 80 por ciento del actual contingente de parlamentarios, se presenta la aterradora situación de que la mayoría de ellos no tienen futuro político ni potencial laboral en el mercado, pero les queda tiempo con capacidad de decisión para aprobar leyes que pueden representar jugosas ganancias para grupos de interés o empresarios.

Incluso, hasta han perdido la vergüenza y ya no revisan las leyes que son observadas por el Gobierno. Ahora, simplemente, las aprueban por insistencia, promulgándolas y enviándolas directamente a El Peruano.

De esa manera, han aprobado una ley para beneficiar con cientos de millones al grupo Oviedo y otra para darle un millonario cheque en blanco a compañeros o partidarios que son dirigentes de supuestas cooperativas de servicio que estaban camino al olvido pero que ahora, sin duda, van a florecer por doquier, ya que esos afortunados podrán lucrar significativamente con la distorsión tributaria que les han regalado. Felizmente, algunos de nuestros padres de la patria se ausentaron o se fueron al baño y la ley de autos usados no logró el apoyo necesario.

En realidad, se debería suspender las sesiones del Pleno para solo convocarlas en casos de urgencia y evitar el riesgo de que se aprueben leyes costosas y perjudiciales. Lamentablemente, el presidente del Congreso parece ser el más interesado en acelerar la aprobación de legislación tan cuestionada.

Así tenemos que aún le queda cinco semanas de trabajo a este Parlamento y, para colmo, han decidido reunirse en plenaria tres veces por semana. Al final de esta potencial orgía mercantilista, nuestros congresistas terminarán probablemente satisfechos y bien remunerados. Con ello, muchos podrán afrontar el forzoso descanso laboral que el electorado les ha dado para los próximos cinco años, pero dejarán al país quebrado."

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