Por: Wens Silvestre
El Poder Ejecutivo presentó el Proyecto de Ley Nº 4660/2010-PE -Ley del Impuesto General a las Ventas e Impuesto Selectivo al Consumo, que tiene por objeto reducir de 17% a 16% el IGV, manteniendo en 2% el IPM, sumando hacen un total de 18% de IGV-IPM, tasa que aprobó esta tarde la Comisión Permanente del Congreso de la República, luego de un debate más polítco que técnico. En vísperas de un proceso electoral, todo se aprueba en el Parlamento sin un análisis serio, simplemente, utilizan la percepción equivocada del electorado al oir hablar de medidas como la reducción del IGV. La realidad, nos demuestra que los únicos que se beneficiarán con esta medida, serán los mercantilistas, porque no trasladarán esa minúscula reducción en los precios finales de los bienes y servicios a los consumidores.
La justificación utilizada, es el mismo de siempre -favorecerá a los más pobres al reducir el impacto de expectativas de incremento de los precios internacionales del petróleo y los alimentos que influirá directamente en los precios de los bienes de consumo masivo, por lo tanto resulta necesario que se implementen medidas que ayuden a reducir este impacto en la población, tales como la reducción en un punto porcentual del IGV. Y qué pasó con el rol del Banco Central de Reserva, no es acaso el encargado de velar por la estabilidad monetaria. O es que acaso ahora el MEF pretende suplir al BCRP.
Según la exposición de motivos del mencionado proyecto, estima que la reducción de la tasa del IGV en un punto porcentual corresponde a una disminución en la recaudación de S/. 1 530 millones en el año 2011, sin embargo, en la víspera, la Jefa de la Sunat señaló que el costo fiscal de esta medida sería de S/. 3 mil millones.
Por otro lado, si hacemos una comparación de tasa de IGV/IVA en Latinoamérica, podemos inferir que la tasa de IGV en el Perú está en el promedio, veamos:
Brasil: 25%
Urugual: 22%
Argentina: 21%
Chile: 19%
Perú: 19% (17% IGV + 2% IPM)
OCDE: 18%
Colombia: 16%
Bolivia: 13%
Ecuador: 12%
Venezuela: 12%
Curiosamente, los tres países que aplican tasas más bajas, son los que están en un crisis permanente de inflación.
En caso de países como Perú, donde la informalidad campea, y la evasión tributaria y elusión tributaria son un mal endémico, esta medida tal vez se justifique la baja de la tasa aplicable al IGV, sin embargo, no creo que incentive a formalizarse, salvo que ésta tasa tenga una reducción significativa de hasta 3% (lo ideal sería 15% de IGV).
Sobre la oportunidad de la medida, definitivamente, se dio por cálculo político, porque en un proceso electoral, todo vale. Se debió hacer un estudio más profundo para tomar una decisión tan importante como éste.
La justificación que sustenta los congresistas, son sólo de caracter electoral, porque saben que si votan en contra, perjudicarían la candidatura de su partido político.
Esta medida era mejor dejarlo para el gobierno entrante, pero la suerte está echada. A esta hora, la Comisión Permanente ya aprobó la Ley que reduce el IGV a 18%.
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