jueves, 8 de febrero de 2007

El Poder de la Decisión

Aquella mañana de primavera, Federico entró a su oficina, tal como lo había hecho durante 16 años. Echó un vistazo a la calle y vio las azoteas plomizas que veía todos los días; pero sus sueños lo transportaban más allá, hacia varios kilómetros al sur, en donde había visto una granja abandonada.

-No te es posible -le aconsejaba su prudencia-. Eres contador, no granjero. No puedes empezar una nueva vida a los 54 años.

-Si que puedes -le replicaba su corazón juvenil-. No tienes mujer ni hijos. Lo único que te ata es la fuerza de la costumbre.

Al dar el mediodía, Federico ya había presentado su renuncia. Aquella misma tarde le esperaba la gran aventura de su vida.

El empleo, la familia y nuestras responsabilidades sociales son nuestra prioridad. Sentimos que la prudencia nos proteje, pero a veces nos aleja de aquello que en realidad queremos hacer, insinuándonos que nuestro nuevo camino nos conducirá al fracaso.

La intuición es de gran ayuda para indicarnos cómo actuar o si entregamos o no nuestra confianza a alguien. Así que, como dijo un filósofo: "En caso de duda, oye la voz de tu corazón".

Condensado de "Family weekly"
El cuadro pictórico pertenece al arte
costumbrista peruano Huanta-1975

1 comentario:

Anónimo dijo...

Efectivamente, todo en la vida depende de nuestras decisiones, pero muchas veces nuestro orgullo no nos permite ver con claridad, cometiendo muchos errores, de los cuales luego nos arrepentimos...