domingo, 26 de enero de 2025

Donald Trump y su laberinto de decisiones

Por Wens Silvestre

Desde su regreso al poder hace una semana, Donald Trump ha demostrado ser, una vez más, un presidente impulsivo, inconsistente y peligroso para la estabilidad global. Su estilo de liderazgo, basado en decisiones improvisadas, retaliaciones personales y retórica populista, no solo afecta a Estados Unidos, sino que tiene repercusiones profundas en la economía mundial, las relaciones internacionales y el equilibrio geopolítico. En este artículo, analizaré cómo sus decisiones, lejos de fortalecer la posición de EE.UU. como líder global, lo están llevando hacia un aislamiento peligroso con consecuencias impredecibles. 

Política comercial: el proteccionismo disfrazado de estrategia

Trump ha retomado su cruzada proteccionista, imponiendo aranceles unilaterales que afectan tanto a socios comerciales como a consumidores estadounidenses. Su reciente anuncio de gravar con un 25% las importaciones desde Colombia, como represalia por la negativa de su gobierno a aceptar vuelos militares con migrantes deportados, es un ejemplo claro de cómo utiliza el comercio como arma política.

Los aranceles elevan los costos de bienes básicos como el café, las flores y los bananos, afectando directamente a los consumidores estadounidenses y presionando aún más la inflación. Las empresas importadoras también enfrentan pérdidas al tener que absorber estos costos o trasladarlos a los consumidores.

Este tipo de medidas no solo violan acuerdos comerciales como el TLC entre EE.UU. y Colombia, sino que envían un mensaje alarmante a otros socios comerciales. Si Trump está dispuesto a romper reglas con aliados estratégicos, ¿qué pueden esperar sus otros socios en acuerdos como el USMCA o las negociaciones con la Unión Europea?

El proteccionismo de Trump, disfrazado de "América Primero", no es más que un retroceso económico que socava el principio de ventajas comparativas, un pilar fundamental del comercio internacional. En lugar de fomentar el crecimiento global, estas políticas generan tensiones que podrían desencadenar una nueva era de guerras comerciales.

Política exterior: la diplomacia del conflicto

La política exterior de Trump sigue el mismo patrón: priorizar el espectáculo y la confrontación sobre la cooperación y el diálogo. Su decisión de imponer sanciones diplomáticas y económicas a Colombia no solo erosiona las relaciones bilaterales, sino que debilita la capacidad de EE.UU. para construir alianzas en temas clave como la migración, la lucha contra el narcotráfico y el cambio climático.

Más preocupante aún, su retirada del Acuerdo de París por segunda vez y su desdén hacia la Organización Mundial de la Salud (OMS) envían una señal clara de que EE.UU. ya no está dispuesto a liderar en cuestiones globales. Esta abdicación de responsabilidad ha permitido que otras potencias, como China y la Unión Europea, llenen el vacío, lo que a largo plazo debilita la influencia estadounidense en el mundo.

Migración y derechos humanos: políticas de fuerza, no de justicia

La obsesión de Trump con la "seguridad fronteriza" lo ha llevado a implementar políticas migratorias que violan principios básicos de derechos humanos. Deportar migrantes en aviones militares y tratarlos como amenazas criminales no solo deshumaniza a las personas, sino que ignora las raíces de la migración: pobreza, violencia y falta de oportunidades en los países de origen. En lugar de abordar estos problemas mediante cooperación internacional, Trump opta por medidas unilaterales que agravan la situación.

Al cerrar las puertas al diálogo con países latinoamericanos como Colombia, Trump pierde una oportunidad clave para abordar la migración de manera estructural, dejando claro que su prioridad no es resolver problemas, sino alimentar el miedo entre su base electoral.

Populismo y su impacto en la economía global

El populismo de Trump, aunque efectivo para movilizar a su base, es profundamente dañino para la estabilidad económica global. Su retórica simplista y sus políticas improvisadas generan incertidumbre en los mercados, desincentivan la inversión y erosionan la confianza en EE.UU. como líder económico.

- Inflación y desaceleración económica: Las decisiones de Trump, como imponer aranceles o desregular el mercado energético en favor de los combustibles fósiles, aumentan los costos de producción y contribuyen a la inflación global.

- Desglobalización: Trump ha adoptado una postura de "nosotros contra ellos" que debilita el comercio multilateral y fomenta la fragmentación económica. Esto no solo afecta a EE.UU., sino que también amenaza la recuperación económica mundial tras los impactos de la pandemia.

La irresponsabilidad de un líder al mando de una potencia global

Estados Unidos sigue siendo la primera potencia económica y militar del mundo, lo que implica una responsabilidad que Trump parece ignorar. Su enfoque errático no solo pone en riesgo la economía estadounidense, sino que también amenaza la estabilidad geopolítica. Desde sanciones improvisadas hasta indultos controvertidos a responsables del asalto al Capitolio, Trump utiliza su poder de manera caprichosa, demostrando una falta de visión estratégica.

Un líder de una superpotencia no puede permitirse el lujo de gobernar impulsivamente. Sus decisiones tienen consecuencias globales: afectan mercados, alianzas estratégicas y la seguridad internacional. La combinación de un poder inmenso con una falta de autocontrol es una receta para el desastre.

¿Qué podemos esperar?

Si Trump continúa por este camino, el mundo enfrentará una era de mayor inestabilidad económica, fragmentación política y polarización social. Las guerras comerciales, el deterioro de las relaciones diplomáticas y el debilitamiento de las instituciones internacionales podrían desencadenar crisis económicas y conflictos que afecten a millones de personas.

Es urgente que los líderes globales y los ciudadanos estadounidenses comprendan las implicaciones de tener a un presidente que prioriza el populismo sobre la racionalidad, el conflicto sobre la cooperación y el espectáculo sobre los resultados reales. Estados Unidos no solo necesita un liderazgo responsable, el mundo entero depende de ello.

En síntesis, Donald Trump está atrapado en un laberinto de decisiones impulsivas y peligrosas que reflejan su incapacidad para liderar con visión y responsabilidad. Su estilo de gobierno no solo socava la estabilidad económica y política de Estados Unidos, sino que pone en riesgo el equilibrio global. En lugar de fortalecer la posición de su país como líder mundial, está acelerando su declive. El costo de estas decisiones no será solo estadounidense; lo pagará el mundo entero.

No hay comentarios.: