Por: Wens Silvestre
En
unas horas el Presidente de la Corte Internacional de Justicia de la Haya (CIJ)
procederá a dar lectura de la sentencia con respecto a la demanda de límites
marítimos interpuesto por la República del Perú a Chile. El 27 de enero de 2014, será recordado por el día que cerraremos definitivamente el litigio de límite pendiente
con el país del sur después de la “Guerra del Pacífico” del siglo XIX.
El
Tribunal Internacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitirá
su fallo definitorio, proceso que duró seis años, y ambos países tendrán la
obligación de cumplirlo e implementarlo. Los gobiernos de Chile y el Perú en
varias oportunidades han reiterado que acatarán el fallo, sin embargo, el lado
chileno ha indicado que su proceso de implementación no será inmediato.
Desde
el fin de la Guerra del Pacífico, ambos países han tenido un largo proceso de integración,
no sólo comercial, sino principalmente, social y cultural que ha venido
coadyuvando con la construcción de relaciones de convivencia pacífica entre los
ciudadanos de ambos países. Se estima que en Chile viven alrededor de 100 mil
peruanos en condición de inmigrante, y viceversa, el mayor flujo de turistas a
nuestro país provienen de Chile. Ese mayor dinamismo ha permitido que chilenos
y peruanos tengan un mayor acercamiento, cultivando mayor confianza entre los
mismos.
Se
estima que las inversiones chilenas en el Perú ascienden a US$ 12 mil millones,
en tanto, las nuestras en Chile US$ 8 mil millones. El mayor monto de éstas
inversiones se dieron justamente en el último quinquenio 2008-2013. Las
inversiones chilenas se concentraron principalmente, en sectores como
servicios, comercio, construcción, agricultura, etc. (las marcas más
reconocidas son Ripley, Saga Falabella, Lan Perú, Metro, Wong, etc.) siendo éstas
de carácter descentralizado, es decir, hay inversiones chilenas en Loreto,
Ucayali, Puno, Piura, Tacna, Arequipa, Ica, Lima, Junín, Cusco, Ancash, La
Libertad, Lambayaque y Piura. Las cifras de las inversiones nos indican
claramente que existe mucha gente empleada en los diversos sectores económicos
y de ambas nacionalidades.
El
proceso más dinámico de integración se vive, diariamente entre los ciudadanos
peruanos y chilenos, lo encontramos en las ciudades de Tacna y Arica,
respectivamente. Esa integración debe consolidarse para hacer de la frontera
una zona de desarrollo de ambos países.
El día después del
fallo de La Haya será un examen para los ciudadanos de los dos países que nos
permitirá corroborar si las estrechas relaciones construidas en los últimos
años se han fortalecido o simplemente fue una ilusión. Personalmente, me inclino por el primero, y será una gran oportunidad para consolidar ese proceso de integración entre ambas naciones, y la
construcción de una paz duradera, donde reine la unidad y la armonía entre
chilenos y peruanos, que nos permita concentrar esfuerzos en mejorar la calidad
de vida de nuestros conciudadanos.
© 2014 Wens Silvestre. Todos los derechos reservado
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