Mario Vargas Llosa recibe el Premio Nobel de Literatura de manos del Rey Gustavo de Suecia. Observa parte de la ceremonia de la entrega del premio en Estocolmo - Suecia.
Mario Vargas Llosa recordó su paso por la política y la reiteración autobiográfica, que con prosa impecable demuestra que fue y sigue siendo un hombre elegido para trascender su medio. Defensor de la libertad y la democracia.
De un mundo infantil y juvenil, en el que todo ayuda para forjar su destino literario y superar haber nacido en un país de “pobres y analfabetos”, Vargas Llosa pasa pronto del discurso al mensaje de la ideología y la política. Así, se horroriza de que vivamos en una época en la que los espantos son los fanáticos, los terroristas suicidas que se sienten “poseedores de verdades absolutas”.
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