lunes, 13 de diciembre de 2010

Mapa de vulnerabilidad de la desnutrición crónica en el Perú 2010

Según el informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), con el apoyo del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), esfuerzo conjunto que hizo posible elaborar un estudio de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria y a la desnutrición crónica infantil, la misma se viene elaborando desde el 2002 por el PMA. El aporte adicional del presente estudio es la inclusión de dos elementos fundamentales que influyen en la mayor vulnerabilidad de la desnutrición crónica en el Perú, estos son:
a) La vulnerabilidad a los desastres naturales y
b) El Índice de la Densidad del Estado.

Ambos elementos de análisis otorgan un carácter más integral al estudio y permiten ver de manera más objetiva que la incidencia de la vulnerabilidad a la desnutrución crónica infantil tiene una relación directa con la recurrencia de fenómenos climáticos e indirecta con el Índice de Densidad del Estado.

Los resultados muestran que las regiones de Huancavelica, Apurímac y Cajamarca son las de mayores niveles de vulnerabilidad a la desnutrición crónica infantil; en tanto que Ica, Lima y Callao son las menos vulnerables. Las tres provincias más vulnerables a la desnutrición crónica infantil son Pachitea (Huánuco), Paucartambo y Paruro (Cusco) y las tres menos vulnerables son Ilo (Moquegua), Lima y Callao.

A nivel de distritos, 383 (sobre un total de 1,834) han sido clasificados con un nivel de vulnerabilidad “muy alta”, donde viven 311,283 niños menores de cinco años (Censo de Población del 2007). Estos niños tienen una probabilidad del 87% de caer en desnutrición. En el siguiente nivel categorizado con “vulnerabilidad alta” se registran 474 distritos, donde viven 298,769 niños menores de cinco años y tienen una probabilidad de 71% de caer en desnutrición.

Se han categorizado, según su nivel de vulnerabilidad, 36,472 centros poblados (sobre un total de 82,685) con 50 o más habitantes. De ellos, el 48.6% (17,722) de los centros poblados han sido clasificados con niveles de vulnerabilidad “muy alta” y “alta”.

Las nuevas autoridades electas en las diversas regiones y municipios del país y la sociedad civil en su conjunto, tienen un gran reto con la población más vulnerable de su jurisdicción, un reto, que al margen de sus intereses políticos, deberán priorizar y considerar como eje estratégico de su gestión, el mejoramiento de los niveles de nutrición de los niños de 0-5 años. Es una obligación moral con los más débiles...


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