domingo, 28 de octubre de 2007

Lo divino


Por: Anónimo

Lo divino era para los griegos lo perfecto.
El hombre logra la perfección haciendo el bien, aquello que constituye el ideal verdadero de nuestra realidad personal, la meta adecuada a nuestro ser.
Incrementar la propia bondad es la mejor forma de responder a quien desee dañarnos.
Le preguntaron a Demóstenes, máximo orador de Grecia y del mundo antiguo, qué podrían hacer los hombres para parecerse más a los dioses.
Y Demóstenes respondió:
-Hacer el bien a todas horas.
Luego le preguntaron:
-Dime, Demóstenes: ¿Cómo haré para vengarme de mis enemigos?
Y él finalmente respondió:
-Hazte mejor que ellos.

jueves, 18 de octubre de 2007

Educación para la vida


Por: Wens Silvestre
La educación, sin lugar a dudas, hace la diferencia entre las sociedades, pero la educación efectiva y pragmática, entendiéndola como aporte de su esfuerzo en el desarrollo de su entorno. No necesitamos navegar en la historia y ver sólo la evolución de países como Finlandia, una nación que no era más que una comunidad de madereros se convierte en el país más competitivo del mundo y una nación donde el nivel de vida, es la mejor del planeta. Japón, es otro ejemplo de cómo “Lázaro se levanta” después de las ruinas que le dejó la segunda guerra mundial. Alemania, a pesar de todo, supo reconstruir su nación. Korea del Sur, Tailandia, Taiwán, son ejemplos de naciones que cuando se propone su gente hacen todo para mejorar la calidad de vida de toda su comuna. Todos ellos tienen patrones en común: Su educación pragmática y sus valores humanos. Estos dos factores les dio tal vez la suficiente capacidad para tener de su lado a sus gobernantes que sintonizados con las necesidades de cada una de sus sociedades se encaminan con una sola visión: Elevar su bienestar social.
Luego, de esa suscinta introducción, aterrizamos en Perú, territorio con potencialidades económicas y sociales, cuya educación ha devenido de mal en peor. Si sólo tomamos como referencia la educación en los años sesenta, retrocedimos en términos reales, porque en esa década la educación secundaria era más efectiva y pragmática debido a la posibilidad de elección entre una educación técnica y otra común. Esa sola posibilidad de una educación técnica, capacitaba a los estudiantes durante 5 años en especialidades técnicas, luego del cual se recibían como técnicos y se podían insertar, inmediatamente, al mercado laboral, es decir, eran recursos humanos preparados para enfrentar y aportar a la sociedad. Hoy en día, esa educación no existe, gracias a las incoherencias de la política seguida por los gobernantes que creyendo saber el camino correcto, eligieron un camino equivocado y torpe, y hoy la educación es lo que es, justamente por la falta de gobernantes visionarios y carentes de desprendimientos partidarios y, su afán egoísta continúa perjudicándolo. Estaría demás recoger la preocupante realidad de los que hoy en día concluyen la educación secundaria, jóvenes que no saben qué hacer en la vida, jóvenes con pocas esperanzas de salir algún día fuera de su pueblo para buscar un porvenir sin perspectiva. En fin, chicos con limitaciones académicas, económicas, y carentes de habilidades laborales, es decir, jóvenes en riesgo de caer en algún vicio social...
Las naciones más competitivas del planeta invirtieron en educación, pero sus gran fortaleza ha sido preparar a sus estudiantes para enfrentar la vida, ser útiles para la sociedad. Desgraciadamente, en nuestro país y en casi toda Latinoamérica los estudiantes no están preparados para enfrentar la realidad del mercado. En ese sentido, planteo la necesidad de que las municipalidades inviertan en la capacitación de recurso humano joven y cumplir con su rol de contribuir al desarrollo económico y social de su jurisdicción formando jóvenes técnicos, con un oficio que le permita desenvolverse como agentes económicos dinámicos dentro del mercado laboral. Lo real y práctico es identificar y definir los cursos módulos y elaborar un proyecto para implementarlos e invertir en infraestructura adecuada para capacitar a los jóvenes.
El desarrollo de cada módulo tendría una duración de 3 hasta 6 meses.
Estuve evaluando la necesidad de contar con los siguientes módulos:
Módulo de Carpintería y Ebanistería, dado la cercanía con los recursos forestales de la Amazonia, generar valor agregado con destino al mercado nacional y en el mediano plazo al mercado externo, sería un gran aporte al crecimiento de los ingresos de las familias.
Módulo de Albañilería, la actividad de la construcción está en pleno apogeo y es un oficio imbuido en una actividad económica dinámica que prepararía a los jóvenes para incorporarse al mercado nacional.
Módulo de Cocina, elemental en el desarrollo de la industria turística, a nivel local contribuirá con el fortalecimiento de la actividad turística, pero ese recurso preparado para incorporarse en cualquier mercado regional o nacional.
Módulo de Electricidad, servicio elemental que formaría jóvenes para trabajar en la actividad servicios de instalaciones y mantenimiento de sistemas eléctricos doméstico e industrial.
Módulo de Mecánica, elemental para industria de la construcción e industrial.
Módulo de Cómputo, esencial en el mundo de la tecnología de información.
Módulo Automotriz, básico para el mantenimiento del parque automotor.
Módulo de Artesanía local
Otros de interés local
Algunos de estos módulos requieren sólo de alianzas estratégicas a través de convenios con las instituciones educativas que cuenta con la infraestructura física adecuada y sólo requeriría de inversiones complementarias para su funcionamiento.
El conocimiento básico de las ciencias es el único requisito para embarcarse en el mundo de la tecnología básica.
Las municipalidades tienen la obligación de ser entes dinámicos para contribuir con el desarrollo económico, y su nuevo rol es promover la transmisión de tecnologías básicas en su jurisdicción

sábado, 13 de octubre de 2007

Gamarra: Éxito del capitalismo popular

Por: Wens Silvestre

El día de hoy, estuve en el mismo centro del desarrollo del capitalismo popular: Gamarra, ubicado en el populoso distrito de La Victoria en la ciudad de Lima. Gamarra es una muestra del carácter emprendedor de los migrantes de la sierra peruana.
Es impresionante la cantidad de vendedores móviles que vende una variedad increible de productos textiles a la mano, y si no hay para tu gusto te acompañan hasta su propio centro de abastecimiento local, donde de todas maneras encuentras lo que buscabas.
El exitoso progreso comenzó a gestarse hace aproximadamente tres décadas en virtud al empuje de algunos ciudadanos, con poca instrucción en algunos casos, pero con una gran vocación de trabajo. Ha transcurrido el tiempo y hoy Gamarra es uno de los principales emporios comerciales del Perú.
A unas cuadras del Mercado Mayorista, comenzó a generarse una labor marginal; que después fue cambiando hasta crearse una mixtura entre el Perú formal y el informal.
Gamarra cuenta con 120 galerías comerciales en un espacio de 40 cuadras; 14 mil locales se dedican al comercio y/o industria de la confección y a los textiles; da empleo a 60 mil personas; moviliza cerca del 60% de todo el sector textil y confecciones peruanas destinadas al mercado interno. Se estima que moviliza más de 800 millones de dólares al año.
Único en Latinoamérica, es el lugar con más empresarios compitiendo en el Perú, con el mayor número de transacciones comerciales por minuto, en el país. Se estima que en los últimos ocho años en Gamarra se invirtió alrededor de quinientos millones de dólares entre edificios, maquinaria textil y de confecciones.
A pesar de esta explosión comercial, no ha generado aún canales de desfogue hacia el mercado externo y en la actualidad su oferta de mercado interno ya tocó techo.
Su rápido desarrollo originó la presencia de más de tres mil ambulantes y de negociantes de mercadería de contrabando y subvaluada, así como de negociantes que basaban su éxito en la evasión de impuestos.
En medio de tanta competencia, también pude apreciar en los alrededores de Gamarra una fiebre de competidores desleales, ambulantes, contrabandistas, subvaluadores y evasores, y el Estado probablemente tenga presencia tímida y aún fiscaliza básicamente a los que ya contribuyen.
Los primeros empresarios de Gamarra fueron unos héroes; pero con el transcurrir de los años han pasado muchísimos empresarios que hoy no están en el mercado, que se equivocaron, que no supieron llevar su negocio, otros por no cumplir con sus deudas; y no por ganas de hacer perro muerto, sino sobre todo por falta de manejo gerencial; y a veces también, por no poder resistir a su éxito.
La globalización lo cambia todo y ha hecho que quienes hace unos años hayan sido talentosos hombres de negocio, hoy estén probablemente en camino a ser desplazados. Sin embargo, esa realidad es revertible como una constante de muchos empresarios en diferentes partes del mundo hasta que llega a la era del conocimiento, de la información.
Hay empresarios exitosos que nacieron en Gamarra y comienzan a diversificarse sin tener aún ordenada sus empresas matrices. El proceso de cambio en la economía peruana lo lideró el Estado y algunos pocos empresarios que apostaron por el modelo liberal, aunque el proceso para muchos no haya sido necesariamente del todo bien llevado.
Las empresas de etiqueta, esto es las grandes empresas y las empresas manejadas profesionalmente, generaron, luego de las reformas tributarias del año 92, su propia oferta de recambio, aparecieron instituciones comandadas por el grupo Apoyo que le generaron servicios de capacitación, consultoría, primero de carácter general, y luego las de carácter específico.
Los servicios financieros a los que accedían también estas empresas mejoraron y la institucionalidad pública que las atendía ahora los comprendía más y los atendía mejor. En Gamarra no pasó lo mismo.
El Estado hizo su aparición en Gamarra con un operativo de la Sunat en 1992, en el 95 volvió con tres seminarios que coorganizó la revista Gamarra con el Indecopi; en el 96 volvió con la Sunat bajo el liderazgo de Adrián Revilla también para seminarios. Si esto ocurrió durante estos años con institucionalidad pública, lo mismo o más grave pasó con la privada y con las empresas de etiqueta, rehusó llamarlas formales, y no todas entran en la categoría de grandes empresas, así que permítanme llamarlas de etiqueta.
La banca recién colocó su primer cajero automático a fines del año 96. Recordemos que "Ramón", el primer cajero automático, llegó al Perú en el año 78. A Gamarra se les atendió en la calle hasta el año 96, bancos a los cuales no voy a mencionar, sea con sol o con lluvia cerraban sus puertas y atendían de diez en diez, dejando a todos los demás empresarios en la cola, afuera.
Una ONG hizo una tímida aparición, también fallida, en el año 96, y luego dos más la siguieron también tímidamente y con fracasos.
A partir del 1998 y sobre todo en el año 1999 la situación empieza a cambiar. Aunque aún las empresas que brindan capacitación como institutos, universidades, escuelas de administración de negocios, empresas de seguros, fondos de pensiones, las ligadas a la informática, aún no han pisado Gamarra.
Creo que eso tampoco nos debe sorprender mucho porque las grandes empresas proveedoras de insumos textiles y confeccionistas exportadoras tampoco mostraron durante todos estos años voluntad de entrar a luchar con fuerza por un Gamarra más competitivo. Hasta el año 1995 ninguna empresa de las grandes importadoras de maquinaria de confecciones había puesto una oficina en Gamarra, teniendo en la misma más del 50% de sus ventas.
Gamarra es hoy por hoy el centro comercial del Perú. Desde hace años ya lo era, pero Gamarra quiere más, quiere convertirse en la capital latinoamericana de la moda.

Éxitos a los emprendedores peruanos.

P.D.
Por si acaso a mi entregaron mi boleta de venta, sin embargo, es necesario que la SUNAT fiscalice la entrega de comprobantes de pago, en vista de la cantidad de informales que pululan en medio de la vía.

domingo, 7 de octubre de 2007

Reflexiones: Lo que te ocurre


Había una vez un niño con muy mal carácter.

Su padre le dió una bolsa de clavos y le dijo
que clavara uno en la cerca del jardín cada vez
que él perdiera la paciencia y se disputara con alguien.

El primer día clavó 37.

Pero con el transcurso de las semanas, aprendió a controlarse y el número de clavos incrustados en la cerca disminuyó día tras día:

Había descubierto que era más fácil controlarse que plantar clavos en la barrera.

Semanas después fue a ver a su padre y le dijo que durante ese día no había plantado ningún clavo.

Su padre le dijo entonces que quitara un clavo de la cerca por cada día y que no perdiera la paciencia.

Los días pasaron y finalmente el niño pudo decirle a su padre que había removido todos los clavos.

El padre condujo a su hijo a la cerca y le dijo: "Hijo mío, te has comportado bien, pero mira todos los huecos que hay en la cerca.

Ella no será jamás como antes.

Cuando te peleas con alguien y le dices algo que hiere o maltrate, le causas una herida como ésta." "Tú puedes herir de muchas formas a un hombre y después retirarlo, pero quedará siempre una herida. Sin importar cuantas veces te disculpes, la cicatriz permanecerá."

Una herida verbal hace tanto daño como una herida física.

Los amigos son joyas escasas, te hacen sonreír y te animan.

Están listos para escucharte cuando lo necesitas, te sostienen y te abren el corazón.
Muéstrale a tus amigos cuanto los amas.

"Uno no vive de lo que come, sino solamente de lo que digiere. Principio tan cierto para el cuerpo, como para el espíritu." - Benjamín Franklin