Por: Wens Silvestre
Los flujos de inversiones en el globo se triplicaron durante la última década, y ascienden a nada más y nada menos que a US$ 6 billones (alrededor del 14,5% del PBI mundial 2005, según el FMI). Los factores que incidieron en este crecimiento impresionante se puede nombrar a los avances tecnológicos, que permite la integración de los mercados de capital, la liberalización de los mercados y un entorno económico inmejorable.
Los grandes proveedores de los recursos financieros, siguen siendo los países desarrollados, principalmente, la UE, Estados Unidos y Japón.
Lo que viene ocurriendo, sin embargo, es que los países emergentes se han convertido en exportadores netos de capital, cuyo origen está en los bancos centrales de Asia y de los países exportadores de petróleo. Entre tanto, los capitales de los países desarrollados, viene circulando por los países emergentes.
Uno de los actores fundamentales en este vertiginoso crecimiento de los flujo de capitales son los inversionistas institucionales, que están diverficando riesgos en el mercado y están en donde menos uno espera.
En los últimos diez años se muestra un crecimiento sostenido de los activos manejados por los inversionistas institucionales en los países industriales (compañías de inversiones, fondos de pensiones y compañía de seguros). Uno de los principales inversionistas que viene ganando terreno son los fondos de cobertura, cuyos activos crecieron en los últimos cinco años en Europa y Estados Unidos, llegando a cifras record de US$ 300 mil y US$ 700 mil millones, respectivamente, en el año 2005.
Estos flujos de capitales y el cambio en la base de inversiones, afectan la estabilidad financiera mundial. Una mayor diversificación de las inversiones juega un factor amortiguador en un probable escenario de crisis, sin embargo, hay otros riesgos solapados que pueden generar una inestabilidad global, y son estrictamente consecuencia de la falta de sinceramiento de algunas economías importantes en este boom de crecimiento. China, es una de esas economías que podría poner en riesgo la bonanza de hoy. La propia economía norteamericana, podría colapsar por el excesivo déficit presupuestal y déficit comercial que llevaría a la economía mundial a un inminente ajuste en sus mercados. Las señales son varias y la volatilidad de los flujos de capital es uno de ellos, y la poca volatilidad de los precios de activos se ha visto mermado en los últimos años. Cosa curiosa. Veremos hasta dónde alcanza esa estabilidad.
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