La situación política en los países de latinoamérica está viéndose afectado por la constante intromisión del gobernante venezolano en asuntos internos de países amigos, principalmente, miembros de la Comunidad Andina de Naciones y Centroamérica.
La intención del Sr. Chávez de inmiscuirse en asuntos ajenos, llegó al límite de la tolerancia democrática, especialmente, para el Gobierno peruano, que decidió retirar a su embajador de Venezuela. En éste contexto, la situación de América Latina se vuelve obscura en el plano democrático, dado el efecto "Chávez" en países como Bolivia, Paraguay, Nicaragua, Perú y otros. No se puede tolerar la injerencia impertinente e intolerable del Sr. Chávez, en asuntos internos que no le incumbe. Podemos presumir cuáles son sus intenciones de éste insólito personaje, que para mal de los venezolanos, es su máxima autoridad. Ese pueblo sufre en éste momento la peor de sus crisis económicas, pese a la bonanza del precio del petróleo su principal recurso energético que anualmente le genera US$ 75,000' millones, recursos suficientes para reducir y afrontar la pobreza de su pueblo, sin embargo, lo que hace es malgastar éstos recursos en proyectos personales que a nada bueno está llevándo al pueblo venezolano, que se conforma con las dádivas y limosnas de sus programas sociales dirigidos los sectores sociales menesterosas, que sabe Chávez, los tiene así, para "aguantarlos" con la finalidad de satisfacer sus apetitos de poder. Es lamentable, tener un gobernante como éste, en países donde necesitamos crecer y desarrollarnos en armonía y democracia, respetando los derechos elementales de la humanidad. Esperemos que el pueblo venezolano tenga la madurez para unirse y cambiar a su representante gubernamental, que ya mucho daño está haciendo en su propio país y vecinos.
Punto a parte y lamentable es la actitud de la Organización de Estados Americanos (OEA), que al mando de un chileno, que depende del petróleo de Venezuela, no dice, ni menos hace nada para callarlo a éste personaje, parece que la consigna es callarse y decirle amén a todo loque venga de la nueva subespecie del espectáculo circense de la política. Ese silencio tiene un costo, ese costo es el petróleo. Chávez parece decir, o por lo menos pensar: " Si me dices o haces algo en mi contra, te dejo sin petróleo o gas, así que mejor te quedas en silencio y acepta todo lo que se me antoja decirte". Esas deben ser las palabras en sus pensamientos o expresiones textuales de éste insólito gobernante venezolano.
No nos queda claro la actitud de éste oscuro personaje. Sólo esperemos que termine pronto su gestión y deje en paz a América Latina, y que respete la libre voluntad de los pueblos de dirigir sus propios destinos.
Libertad y Paz para América Latina.
Por: Wens Silvestre
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