Por Wens Silvestre, economista
La cumbre APEC Perú
2024, reúne a las economías más dinámicas del mundo en un momento decisivo.
Este año, la participación de los líderes de las dos potencias más influyentes
del mundo, Estados Unidos y China, subraya la importancia de la cooperación
multilateral en un contexto de creciente rivalidad geopolítica y complejidad
económica. La capacidad de APEC para reducir barreras comerciales, fomentar la
digitalización y la innovación, y promover un crecimiento inclusivo hace de
este evento una plataforma única para forjar acuerdos y estrategias que
impulsarán la estabilidad y el desarrollo en la región Asia-Pacífico.
Uno de los elementos
destacados de la agenda de APEC 2024 es la digitalización y la innovación. La
“Visión Putrajaya 2020-2040” establece la transformación digital como un pilar
fundamental para garantizar la competitividad de sus economías (APEC, 2020). La
presencia de líderes como Xi Jinping y Joe Biden, en Lima, crea una oportunidad
para promover acuerdos sobre estándares de ciberseguridad, comercio digital y
desarrollo de tecnología limpia. La colaboración en estas áreas será
fundamental para que las economías de APEC, incluidas las menos desarrolladas,
puedan avanzar hacia una economía digital inclusiva y sostenible.
APEC Perú 2024, bajo el
lema “Empoderar, Incluir, Crecer”, representa una oportunidad significativa
para nuestro país, que en 2023 experimentó una contracción económica del 0.6%,
debido a factores internos y externos (INEI, 2024). Al asumir el rol de
anfitrión, Perú puede liderar iniciativas que promuevan la inclusión, el
empoderamiento de las poblaciones vulnerables, la sostenibilidad en el
comercio, así como la inversión en infraestructura verde y la modernización
digital, sectores que pueden marcar una recuperación económica sólida y
resiliente para la economía peruana, especialmente para las regiones menos
favorecidas del país.
El enfoque en la
inclusión económica es otro aspecto esencial para Perú. En un contexto de
desigualdades estructurales, APEC brinda la plataforma para que Perú impulse
reformas que promuevan la inclusión social y económica, fortaleciendo su
infraestructura educativa y tecnológica para reducir brechas de desarrollo
regionales y urbanas. Este enfoque podría ser un modelo para otras economías
emergentes en APEC.
La participación de
Estados Unidos y China en la cumbre de Lima simboliza tanto una competencia
como una colaboración estratégica. En el contexto de rivalidad tecnológica,
ambas potencias tienen un interés común en la estabilidad de la región
Asia-Pacífico, y APEC representa una plataforma crítica para negociar intereses
divergentes y promover áreas de cooperación, como el cambio climático y la
seguridad alimentaria.
China, con un PIB de
19.4 billones de USD y una tasa de crecimiento del 5.3% en 2023, sigue siendo
un líder en comercio dentro de APEC (FMI, 2024). Al mismo tiempo, Estados
Unidos, con un PIB de 25.4 billones de USD y un crecimiento del 2.9%, sigue
siendo el mercado más grande para muchas economías de la región (INEI, 2024).
Este equilibrio de poder dentro de APEC crea un contexto donde el diálogo y la
colaboración son no solo beneficiosos, sino necesarios para mantener la
estabilidad económica regional.
Para que APEC mantenga
su papel como motor de crecimiento, sus miembros deben sincerar sus compromisos
con la misión del foro, que incluye la promoción de un comercio libre y justo,
la integración económica y el crecimiento inclusivo. La cooperación en temas
como sostenibilidad y digitalización es esencial para que APEC logre su “Visión
2040” de una comunidad Asia-Pacífico resiliente, dinámica y pacífica (APEC,
2020). Este enfoque beneficiaría especialmente a países como Perú, que busca
diversificar su economía y fortalecer su infraestructura.
APEC 2024 ofrece un
espacio excepcional para que las economías de Asia-Pacífico redefinan su papel
en el sistema económico global y fortalezcan su resiliencia frente a los
desafíos futuros. La presencia de líderes mundiales como Xi Jinping y Joe Biden
en Lima no solo subraya la importancia de APEC como un espacio de diálogo y
cooperación, sino también la necesidad de un compromiso renovado para cumplir
con los objetivos de inclusión, digitalización y sostenibilidad. Para países en
desarrollo como Perú, APEC representa una oportunidad sin precedentes para
integrarse en una economía global en rápida transformación y mejorar la calidad
de vida de sus ciudadanos mediante políticas inclusivas y sostenibles.