Por: Wens Silvestre
Según el Marco Macroeconómico Multianual 2019-2022, el subsector minería metálica, contribuye con el PBI en alrededor de 12,1%. Para el presente año, dicho sector tenía proyectado crecer en 3,0%. En esa línea, el PBI para el 2019 crecería en 4,2%, sin embargo, esta cifra se ha ido reduciendo, así por ejemplo, para el FMI la economía peruana reajustó su proyección de crecimiento a 3,5% (julio). Podemos afirmar que esta proyección irá reajustándose y tendiendo a una tasa mucho menor de crecimiento en los próximos meses, más aun considerando las cifras publicadas por el INEI, registrando un crecimiento de 2,62% en junio, y en lo que va del primer semestre apenas creció en 1,73%.
El fundamento
principal para el crecimiento de la economía durante el 2019 se sostendría en
el alza de la demanda interna, principalmente por el impulso de la inversión
privada, sostenido por el incremento de las inversiones mineras, que a su vez,
se alimentaría por la construcción de proyectos ya avanzados como las
ampliaciones de Toquepala y Marcona, y las obras preliminares de los nuevos
proyectos como Quellaveco, Mina Justa y la ampliación de Toromocho.
Ahora bien, la
dinámica del sector minero arrastraría a otros sectores como construcción,
transportes y servicios. Sin embargo, el impacto de las medidas incoherentes
del Poder Ejecutivo, en relación a la licencia de construcción de la planta de
beneficio del proyecto denominado “Tía María” ubicada en la provincia de Islay,
departamento de Arequipa, ha generado una situación de grave incertidumbre al
sector minero del país.
El primer impacto de
contagio se viene dando en el proyecto Quellaveco (Moquegua). Las inversiones
en las actividades de exploración se vienen reduciendo. Según el propio MINEM, las inversiones en
exploración durante el primer semestre del presente año, se han reducido en 17%
respecto al mismo periodo del año 2018. Cabe hacer notar que en los últimos 7
años, la inversión en exploración minera cayó en 54%.
Como consecuencia del
caso Tía María y, ahora Quellaveco, el escenario para las inversiones mineras
es, por lo menos, incierta. Pero, su impacto en la economía se hará notar
probablemente también en las cuentas fiscales, al paralizarse las inversiones
en exploración y en la construcción de nuevas y ampliaciones de plantas de
beneficio, que a su vez genera un efecto dominó en otros sectores de la
economía nacional que contribuyen al fisco.
El mal precedente
generado por las afirmaciones del presidente Vizcarra, es más que un exabrupto
y debe ser evaluado desde un punto de vista político así como legal. Lo
concreto es que no actúa como jefe de Estado. Sus afirmaciones pueden ser
tomadas por la empresa Southern Perú como injerencia y abuso de poder, dado que
el presidente de la República es el primer ciudadano que le correspondía
cumplir y hacer cumplir la Constitución y los tratados, leyes y demás
disposiciones legales[1], y
sus afirmaciones no se condicen con este mandado constitucional. En ese
contexto, la empresa minera puede iniciar un proceso legal, como ya lo anunció
en un comunicado, ante las instancias correspondientes, cuyo resultado podría
ser oneroso para el Estado peruano.
De igual manera, es
un hecho que los efectos de las indecisiones del Gobierno en el sector minero,
traerá consigo efectos en la economía en su conjunto. Los agentes económicos se
mostrarán pesimistas y las inversiones en sectores como construcción y
transporte y otros relacionados al sector minero se verán afectadas. Por otro
lado, el PBI de las regiones del sur, ya están siendo perjudicadas,
principalmente el departamento de Arequipa. Así, según la Cámara de Comercio de
Arequipa, difundidas el día de ayer, señala que las pérdidas en el sector
exportador de su región y los otros sectores suman hasta la fecha unos US$ 800
millones, en tanto, un 50% de la PEA se vio paralizada por las protestas. Igualmente,
un 40% de los ingresos de Arequipa están relacionados al sector minero. En
consecuencia, los ingresos fiscales también se verán reducidas.
En contexto, el
cálculo del impacto del conflicto social en el sur, tanto en el sector privado
como público desde el punto de vista de ingresos y gastos, le corresponde
responder al ministro de Economía y Finanzas. Sin embargo, durante su
exposición en el Parlamento, el señor Oliva afirmó que las protestas contra el
proyecto Tía María no impactaron la actividad económica ni la producción minera
del sur del país, aunque reconoció que el paro en Arequipa, sí la afectó
económicamente, dejando S/ 250 millones en pérdidas. ¿No, pero sí? Al respecto,
el señor Manuel Fumagalli, presidente de la SNMPE, afirmó que las pérdidas sólo
en exportaciones de concentrados suman US$ 500 millones, y los bloqueos siguen
afectando a Quellaveco. Esta última afirmación tiene una aproximación con la declaración
realizada en la víspera por la presidenta de la Cámara de Comercio de Arequipa.
En relación al impacto sobre las inversiones
en el sector minero y su relación con la población involucradas le corresponde
responder al Ministro de Energía y Minas (este último tiene como misión
promover la inversión en su sector).
En ese contexto, quedaron
como temas pendientes de una explicación los siguientes puntos:
1.- ¿Cuáles serán las
medidas que adoptarán el sector economía para promover las inversiones no solo
en el sector minero sino en los otros sectores, para de esa manera salir de la
incertidumbre que generó las propias acciones del Poder Ejecutivo, evitando el efecto
contagio del conflicto Tía María, pero sobre todo reducir el costo en la
economía regional sureña?
2.- ¿Cómo harán para
recuperar la confianza de los inversionistas del sector minero en el corto y
mediano plazo?
3.- ¿Cuáles serán las
medidas fiscales que implementarán para mantener la sostenibilidad fiscal y se
mantengan las proyecciones de gasto e ingresos públicos?
4.- En relación
específico al sector minero las inversiones mineras el 2014 ascendía a US$ 8
079 millones; durante el 2018, bajó a US$ 4 947 millones, es decir, una caída
de 38.8%. En lo que va del 2019, al cierre del primer cuatrimestre, las
inversiones mineras sólo registró US$ 1 624 millones. En lo que queda del año,
estas inversiones se ralentizarán debido al efecto Tía María, y a la falta de
confianza en el sector empresarial ¿qué medidas implementará el Ministerio de
Energía y Minas, para garantizar que las inversiones mineras programadas y
comprometidas se ejecuten?
5.- Con respecto a
las inversiones en exploración minera al primer cuatrimestre registra una caída
de 25.2%, respecto al periodo similar del año 2018. Asimismo, es necesario
hacer notar que hace cinco años (2014) las inversiones en exploración ascendía
a US$ 625,4 millones, sin embargo, al cierre de 2018, esta cifra disminuyó a
US$ 412.5 millones, es decir, una caída de 34%. ¿Qué medidas viene implementando
su sector para evitar una caída sistemática en la exploración minera?