Por: Wens Silvestre
El Presupuesto General de la República, es la herramienta fundamental que dispone el Gobierno para señalar el rumbo de su política fiscal en los sectores económicos del país. Un correcto análisis y evaluación del Proyecto de Presupuesto de la República para el año 2007, debiera realizarse en el contexto de un programa de mediano y largo plazo.
Desafortunadamente, aún no tenemos un ente de planificación nacional, ni entidad similar encargada de confeccionar un Plan Nacional de Desarrollo de Mediano y Largo plazo, a la cual debería ajustarse el presupuesto, y por ello para el análisis y evaluación de éste proyecto de Ley, se utilizará el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2007-2009, que por su corta duración es un elemento también insuficiente puesto que ni siquiera cubre de manera completa un período de mediano plazo.
Lo que se ha venido viendo en los últimos años en la estructura del presupuesto público, es la tendencia de BAJA CALIDAD DE GASTO PÚBLICO, se ve muy lejano que la suma de las inversiones del sector público y privada lleguen al orden del 25 a 30% del PBI, que justifiquen el mantenimiento de elevadas tasas de crecimiento que el Perú necesita para fomentar el empleo productivo que el país demanda en el marco de un contexto competitivo que nos permita avizorar un futuro de desarrollo con estabilidad social, política, económica y jurídica, que viabilice la gobernabilidad y la democracia en el Perú.
Es cierto que el Congreso no tiene iniciativa de gasto, si tiene la capacidad como principal poder del Estado de FISCALIZAR Y FIJAR METAS AL EJECUTIVO, que lo obliguen a realizar la reforma de la estructura de gasto que el país reclama, mejorando su calidad y así como el Congreso decidió que la reforma judicial no puede ser realizado por el Poder Judicial mismo, porque de por medio, como es natural, hay intereses en conflicto, no es conveniente que el propio Poder Ejecutivo, por la misma razón, no debe autohacerse la Reforma del Estado, que el país demanda.
En ese contexto el proyecto de Ley de Presupuesto 2007, debe considerar en la ejecución presupuestal de este ejercicio, que cada pliego haga los reajustes correspondientes para no sólo reducir por reducir los gastos corrientes, sino ahorrar sin perjudicar la gestión de las instituciones, y éste ahorro total, se transfiera a los pliegos que desarrollen programas de inversión especialmente en infraestructura.
El problema presupuestal del Perú, ya no es precisamente el déficit presupuestal, sino más bien en la CARENCIA DE INVERSIÓN ESTRATÉGICA Y ORGÁNICA.
En números, el Presupuesto General de la República, representa el 19% del PBI de ahí su importancia por el efecto que tiene sobre todos los peruanos, desde los supuestos económicos (inflación, tipo de cambio, déficit fiscal, comercio exterior), hasta lo que implica endeudamiento que se genera como consecuencia de una deficiente calidad de gasto que se convierte en el principal limitante de desarrollo nacional, forzándonos cada vez más a un endeudamiento externo e interno crecientes que se orienta mayormente a sufragar déficit fiscal y gastos improductivos.
El proyecto de Presupuesto 2007, presentado por el ejecutivo, asciende a S/. 61 626’985 652,00, es decir, S/. 10 934’715 961 (21,57%) más que en el Proyecto de Presupuesto 2006 que ascendió a S/. 50,692’269,691, y el mismo que fue superior sólo en S/.1,305’ millones con respecto al año 2005 (2,64%). Lo que significa que estamos en una inmejorable oportunidad de poder financiar las reformas del Estado que exige el país para el logro de una mejor redistribución de los recursos y elevar la calidad de vida de los peruanos.
El principal efecto negativo del presupuesto de la República reside en mantener a través de los años una estructura inconveniente de gasto. Alrededor de 2/3 partes del Presupuesto se emplea en gasto corriente, mayormente planillas y pensiones lo cual hace que este gasto corriente, sea el 62,39% del Presupuesto 2004 (12,2% PBI’04), 60,29% considerado en el proyecto presupuesto 2005 (12% PBI proyectado 2005), para el año 2006 se considera la suma S/. 32,205’ millones equivalente al 63,53%, es decir un aumento proporcional de 3,24% con respecto al año 2005, y para el año 2007 38,952’ millones, equivalente al 63,2% del Presupuesto Total, es decir, contamos con la misma estructura presupuestaria a pesar de que tenemos cerca de S/. 11 mil millones más que el proyecto presupuestado para el año 2006, sin lugar a dudas el deterioro en la calidad de Gasto Público continúa, mientras no se haga las Reformas del Estado (¿Qué pasará cuando ésta bonanza se termine en el año 2008?, ¿Acaso perderemos la oportunidad de Reformar el Estado?). OBS. no existe una estructura de ingresos sostenible en el tiempo, sólo estamos viviendo de la bonanza de los buenos precios de las materias primas.
Con respecto al servicio de la deuda externa e interna que representó un 24,9% del Presupuesto 2004 (4,9% PBI), 26,65% para el presupuesto 2005 (5,3% PBI proyectado 2005), para el año 2006, se tiene presupuestado un monto de S/. 11,193’ millones, equivalente al 22.08%, monto proporcionalmente inferior al año 2005 en 6,6%, mientras que para el año 2007, se tiene presupuestado S/.11 476’ millones, ligeramente superior al año 2006;
Los Gastos de Capital, que no todo es inversión, apenas llegó a 12,7% en el presupuesto 2004, de los cuales sólo 11,1% equivale a inversiones (2,2% PBI) y 13,06% del presupuesto programado 2005 (2,59% del PBI proyectado 2005). Para el presupuesto 2006 (no incluye los créditos suplementarios que elevará en términos absolutos su participación durante éste año), se tenía programado el monto de S/. 7,293’ millones, equivalente al 14,39% del presupuesto 2006, un incremento proporcional de 1,3%, con respecto al año 2005. Mientras que para en el presupuesto del año 2007, se ha considerado S/. 11 198’ millones (18,17% del presupuesto 2007).
El problema del Presupuesto, ya no es precisamente el déficit presupuestal (estamos en un auge fiscal, que debemos saber administrar bien los recursos del Estado) sino más bien el más grave problema es la falta de inversión estratégica que impide generar las condiciones para que haya más crecimiento. Esta carencia de inversiones estratégicas y orgánicas, empuja a la gente a ver al Estado como el salvador de su sequedad económica que a su vez desencadena en problemas sociales que perjudican las condiciones requeridas por el inversionista, y así va generando un círculo vicioso que si no se sale ya, implicará problemas sociales más agudos de las que se ven casi a diario en las calles y continuarán en los próximos años.
El Gobierno Nacional administrará el 70% del presupuesto total (S/.42 837’ millones), inferior en 4% con respecto al 2006, mientras que las instancias descentralizadas (Gobiernos Locales y Regionales) administrarán el 30% restante. En el Presupuesto 2006 el Gobierno Nacional se le asignó el 74,58% del presupuesto total (S/. 37,806’ millones) ligeramente inferior al año 2005 (77.5%) en 3%.
En referencia al endeudamiento, como fuente de ingreso, el proyecto de presupuesto 2007 registra la suma de S/. 5 272’ millones (8.54% del presupuesto 2007). Estos recursos se utilizarán para pago de deuda, principalmente. En el proyecto de presupuesto 2006, se tiene programado un endeudamiento total de S/. 6,195’ millones, de los cuales S/. 3,498’ millones (56%), corresponden Créditos Internos y S/. 2,686 millones (44%) a Créditos Externos. En tanto el servicio de la deuda suma S/. 11 476’ millones (18,62% del presupuesto total).
Aunque las operaciones de créditos programadas para el año 2007, tuvieron una ligera disminución con respecto al 2006, continuamos con la misma política de destinarlo al apoyo de la Balanza de Pagos y si continuamos así, US$ 8,5 de cada US$ 10 se destine para el pago de la deuda externa e interna, y sólo US$ 1,5 se destine a las inversiones en infraestructura. La pregunta es, ¿para qué nos endeudarnos más, si no vamos a generar inversiones y menos empleo productivo que nos permita crecer y generar recursos para pagar dignamente nuestra deuda?. No se puede continuar hipotecando el futuro de nuestras generaciones venideras.
La reestructuración del Estado es necesaria para la reestructuración presupuestal, lo que permitirá realizar ajustes allí donde el gasto corriente es mayor, es decir, en los gastos de personal y para ello el poder ejecutivo debe eliminar de su estructura todo cargo burocrático que no implique responsabilidad efectiva de función y que se encuentre en pliegos sectoriales, así como aquellos que impliquen duplicidad de funciones, ya que ello no sólo liberará importantes recursos para inversión, sino que a su vez otorgará mayor eficiencia operativa al aparato estatal y ayudará a reimplantar el concepto tan venido a manos de la carrera pública. Asimismo, al igual que lo ha hecho el sector privado, deberá revisar, racionalizar y adecuarse mejor a las condiciones de mercado, reduciendo las muy elevadas remuneraciones que existen en los altos cargos del sector público y que no corresponden a la realidad del país e implementar medidas racionales para controlar y hacer más equitativos los gastos previsionales, que esperamos se reestructure ya.
Asimismo, los recursos adicionales provenientes de la mayor recaudación fiscal como los nuevos endeudamientos, se orienten hacia inversiones de apoyo a la infraestructura productiva y que para lograr mayor inversión y menor endeudamiento improductivo se redoblen también los esfuerzos para que la Reforma Tributaria enfatice sus acciones no en crear nuevos impuestos que afecten la competitiva, sino que amplíe la base tributaria, se simplifique los tributos y se eliminen las exoneraciones tributarias que no hayan los resultados previstos de crecimiento económico y que más bien hayan fomentado actividades delictivas como el contrabando, elusión y evasión tributaria. Las acciones de gobierno deben contribuir cada vez más a aumentar la formalidad y disminuir la informalidad.
Es importante también que los sectores de infraestructura básica tales como: transporte, saneamiento provincial, electrificación rural e inversiones de apoyo a la agricultura, recuperen los niveles de inversión que tenían entre los años 95 y 98, ya que las sumas incluidas en el presupuesto 2007 siguen siendo irrisorias y son las más bajas de los últimos tiempos, adicionalmente la atomización ineficiente de proyectos que se notan en estos pliegos al comparárseles con las cifras de inversión de ejercicios anteriores, no contribuyen a reforzar la democracia generando una mala imagen en la población de que antes de esta restauración plena de democracia, las cifras de inversión pública en estos tipos de obras eran mayores. Es más, en estos sectores que corresponden a pliegos donde la inversión debería ser predominante con las reducciones efectuadas a ellos, la proporción de gasto corriente sobre inversión está creciendo de manera alarmante convirtiendo estos pliegos en entes mayormente burocráticos.
Los ingresos excedentes producto de la mayor recaudación tributaria deben orientarse a las reformas del Estado para enfrentar eficientemente la entrada en vigencia del TLC con USA y otros convenios y tratados bilaterales
Los Gobierno Regionales, recibirán el 16,5% inferior en 0,45% programado durante este año 2006 que se llegó al 16,95%, superior en 1,25% del programado para el año 2005 (15,7%) y mejor en 1,95% con respecto al presupuesto del año 2004. Sin embargo, su estructura de gasto no conservó esa proporcionalidad, y aún teniendo los ingresos por concepto de Canon minero, sus gastos de capital ascenderán a S/. 1,089’ millones, ascendiente al 12,68% de sus Presupuesto asignado a las regiones, con excesivo gastos corrientes que llegan al 87% de su presupuesto y muy poca inversión, equivalente al 0,4% del PBI, ligeramente superior al presupuesto 2005 (0,35% del PBI) inversión que además se encuentra atomizada lo cual atenta contra el propio éxito de la ejecución presupuestal.
En cuando a la estructura de Presupuesto de los Gobierno Locales, se aprecia una composición interesante para el año 2007, recibirá el 13,98%, superior en 6% con respecto al 2006 que programaron el 8,47% del presupuesto global.